La Lic. Cristina Altemburger es docente, especializada en Bibliotecas Escolares, colaboradora de las Hermanas de la Congregación de San José de Cluney en Villa Hayes, esposa, madre y abuela de un hermoso niño, su príncipe dorado como ella lo llama.
Entre sus múltiples actividades también escribe y brinda charlas sobre los daños que deja a su paso el tabaco. Ella es testigo de estas consecuencias en su salud y no pierde oportunidad para alertar a otros acerca del peligro que corren y cómo sus vidas se pueden transformar en un infierno al sobrevenir las enfermedades resultantes.
“Nunca me voy a olvidar de este episodio de mi vida...mi esposo en el medio de mis dos hijas esperando que yo despierte de mi operación...y cuando lo hice quería naturalmente hablar y ellos llorando llevaron sus manos a la boca como diciendo “ya no puedes hablar más...”
Al comentarle de esta sección de NUEVA ERA nos dijo: Sí...hace falta reflexionar sobre lo que hacemos...”
En el año 2012 escribía un artículo para la Revista Paraguay Misionero que decía entre otras cosas: “Mas de repente mi vida dio un giro de 360º hace 7 años cuando me detectaron un cáncer en la laringe. Los doctores deciden conjuntamente con mi familia una cirugía donde extirparon totalmente mi laringe y donde a consecuencia perdí la voz y tengo un traqueostoma por donde respiro...”
Cristina agregó para NUEVA ERA: “cometí el pecado de fumar 30 años. Es muy triste, porque yo fui catequista 34 años y después del cáncer tuve que dejar. Enseñaba las cosas de Dios y hacía lo contrario...Soy docente, antes de la enfermedad trabajaba mañana, tarde y noche en clase...Con 15 años fumaba 2 cajas por día, solo me detuve durante mis dos embarazos...” Y respecto al comienzo de su vicio nos decía: “Mi papá fumaba, mi mamá también y las amistades. Sé que esto no justifica, pero fue así. Después conocí a mi esposo y él también fumaba. Sin embargo, mi hermana nunca fumó...” Y aún más: “No solo fue perder la voz...va a hacer doce años que no sé qué es entrar abajo de una ducha, no sé qué es entrar en el mar o en una pileta para nadar y muchas veces debo internarme por problemas respiratorios...Sigo tratamiento en IPS central para utilizar la voz esofágica y quiero fundar con un grupo de profesionales una Asociación para personas con el mismo problema mío...”
Con un testimonio como éste pretendemos hacer reaccionar a quienes están leyendo y cometen el mismo error de Cristina...fumar creyendo que a ellos no les pasará nada...sin saber que arruinan sus vidas y las de sus familiares. Solo benefician a los dueños de tabacaleras que hacen sus jugosos negocios envenenando a los demás.-