A las puertas del verano 2017 proponemos algunos “bocaditos“ cual sencillas propuestas para disfrutar de fines de semana no convencionales y en la hermosa región que nuestra historia guaraní nos emparienta.
En el Alto Uruguay argentino de Misiones múltiples reservas naturales, entretejidos de arroyos, ríos, saltos y variedad de cultivos en paisajes abiertos, constituyen una oferta cercana, económica –sobre todo por la diferencia cambiaria que nos favorece notoriamente- y original para el turismo de aventura con su promesa de emociones y protagonismo.
De hecho, muchísimas familias paraguayas en estos últimos 5 años eligieron esa zona para vacacionar o hacer “escapadas” refrescantes. La mismísima Liz Kramer –ex Ministra de turismo paraguaya- es una asidua visitante de esa zona, apreciada por los numerosos empresarios que invirtieron allí.
Y, más acá en el tiempo, este fin de semana, medio centenar de atletas paraguayos corrieron en la Ultramaratón Yabotí, considerada una de las más importantes del mundo en geografía de selva.
Cabalgatas, tracking, rafting, safaris fotográficos, avistaje de aves, mariposas, fauna silvestre, ciclismo, cabalgatas, remo, natación, son algunas de las ofertas de turismo alternativo más requeridas en los últimos tiempos.
Tal vez como una forma de defenderse de la arrolladora presencia de imágenes prefabricadas y computarizadas que caracterizan nuestro tiempo.
Hay complejos turísticos de selva muy originales y de vanguardia, con piscinas, lanchas, restaurantes con carta étnica fronteriza –la cercanía con Brasil amplía el menú- cabañas, hostels, hoteles de todo tipo, perfectos para todos los gustos y exigencias.
La famosa Ruta Costera 2 transporta bordeando el río Uruguay con imponentes vistas y paisajes incomparables.
Se tocan justamente puertos conocidos por los paraguayos que van a playas brasileñas –El Soberbio, Alba Posse, San Javier- y se asciende hacia el norte alternando postales brasileñas y argentinas entre pequeños pueblos ribereños que huelen a citronella, mamón, ananá, menta, tabaco, con texturas de esponjas vegetales y muchas otras variantes en sus quintas.
La frutilla del postre la dan los famosos Saltos del Moconá, una falla geológica del río con 3000 m de extensión y alturas de entre 15 y 4 m en una vista única e irrepetible.
El portal es El Soberbio, un pueblito colorido acunado en un valle orillero con hermosas colinas a su alrededor. Todo por asfalto. Por Jardín América, Aristóbulo del Valle, Salto Encantado –otra escala obligada en mitad de camino- San Vicente y El Soberbio insumen desde Posadas 295 Km.
Los alojamientos van de los $ 250 (pesos argentinos) en adelante x persona con desayuno. No sorprende a nadie encontrar allí a familias paraguayas –o sus descendientes- radicadas muchos años atrás y formando parte del empresariado local.